domingo, 19 de abril de 2009

El shem shemaforash

Dicen que en algunas religiones mistéricas si sabes el nombre de algo tienes la capacidad de poseerlo, dicen que en la antiguedad en el Sancta Santorum del templo de Jerusalem se pronunciaba una vez al año el Shem Shemaforash para poder renova la alianza entre los hombres y Yaveh.
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Pues así he estado yo, esperando un Shem Shemaforash para mí, un hecho, una señal, un nombre, algo a lo que poder aferrarme y domeñar de tal forma que todo surja a partir de ello.
Craso error, y al fin hay que darse cuenta, vamos a ver y a ver si me explico, las señales se encuentran día tras día en todos los sitios, cuando uno no tiene un camino fijo, un sendero del cual no se sale, un camino de especialización marcado in saecula saeculorum es complicado recibir ese tipo de insights de una forma clara y concisa.
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De cualquier modo, cada día que pasa más creo en las pequeñas cosas, los pequeños detalles que nos hacen ser un poco mejores, las pequeñas decisiones del día a día sobre las que tan sólo tenemos el poder de decidir si vamos a actuar de una forma buena o mala, el hecho de si con aquella determinación que tomemos será la mejor para nosotros o también para los demás.
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Por eso ya llegó la señal, y de una forma mucho menos estridente de lo que nunca hubiese pensado, de una forma discreta, y nada traumática. Con toda la serenidad del mundo hay que afrontar el destino de cada uno de nosotros, es con esa tranquilidad con la que hay que ver la vida y todo lo que está por venir. La señal, abrir los ojos, ver todas las personas que hay a mi alrededor y que esperan algo de mi, esa es la verdadera señal, que siempre ha estado hay, pero que no he visto hasta tomarmelo con serenidad y no con angustia, con devoción y no con obligaciones imaginadas.
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Es así como me he dado cuenta, no aspiro a conocer el Shem Shemaforash, ya que no aspiro al poder del mundo, para lo que yo quiero que es tomar el control, las riendas de mi vida me basta y me sobra con conocer un nombre sobre el que he de tener poder, el único capaz de matar mis propios sueños, ese nombre es Juan José Rodríguez Sánchez, es decir, yo mismo.

jueves, 1 de enero de 2009

2009

En primer lugar quiero desde aqui felicitar el año 2009 a todos los que leen y los que no leen (infinidad del mundo más) este blog, jejej.

Esperemos que este año que se presenta como de incertidumbre y crisis sirva para poner las bases de algo diferente y solido que sustente las bases de un mundo más justo, aunque no sea lo políticamente correcto creo desde lo más profundo de mi ser que el hecho de que los paises ricos tuviesemos un poco de necesidad nos haría entender el drama que sufren los paises pobres.

Ojala y el fin de todo esto sea algo mejor.

Quiero recuperar mi ultimamente maltrecha relación con este blog, lo próximo es publicar las conclusiones del congreso de Atenas.

Y sobre todo espero que la espera haya merecido la pena, yo en mi linea de vida todo hasta el último momento, el limite de entrega es........



¡¡El 15 de Enero!!


Seguiremos informando, y muy pronto